lunes, 22 de octubre de 2012

LOS DIEZ PUNTOS IMPORTANTES DEL TAI-CHI CHUAN (Por Yang Cheng-Fu)



(Extraido del Libro La piedras de toque del Tai Chi: LAS TRANSMISIONES SECRETAS DE LA FAMILIA YANG, de Douglas Wile [Traducción de Angel Fdez. de Castro])

1. La energía de lo alto de la cabeza debe ser ligera y sensible. "La energía de lo alto de la cabeza" significa que la cabeza debe llevarse derecha para que el espiritu (shen) pueda alcanzar lo más alto. No deba utilizarse fuerza alguna. Si se utiliza la fuerza, la parte posterior del cuello estará rígida y la sangre y el chi no circularán. Debe percibirse una sensación de ligera sensibilidad y naturalidad. Sin esta ligera y sensible energia en lo alto de la cabeza, el espíritu no puede elevarse.

2. Hundir el pecho y elevar la espalda. "Hundir el pecho" significa que hay una ligera retirada del pecho que permite al chi hundirse en el tan-tien. Evitar expandir el pecho totalmente, porque esto hace que el chi se mantenga en el pecho, haciendo que el peso se desplace hacia arriba. Esto produce ingravidez en la planta de los pies. "Elevar la espalda" significa que el chi se adhiere a la columna. Si uno es capaz de hundir el pecho, la espalda puede elevarse de manera natural. Si uno es capaz de elevar la espalda, entonces la fuerza sale desde la espalda y puede superarse a cualquier adversario.

3. Relajar la cintura. La cintura gobierna el cuerpo. Cuando la cintura está relajada, los pies tienen potencia y nuestra base es estable. Todos los cambios a lleno y vacío se producen desde la rotación de la cintura. Por lo tanto se dice que la cintura es el área más vital. Si carecemos de potencia, la causa debemos buscarla en la cintura.

4. Distinguir entre lleno y vacío. Distinguir entre lleno y vacío es el primer principio del Tai Chi Chuan. Cuando todo el peso del cuerpo descansa sobre la pierna derecha, entonces la pierna derecha está llena y la pierna izquierda está vacía. Cuando todo el peso del cuerpo descansa sobre la pierna izquierda, entonces la pierna izquierda está llena y la pierna derecha está vacía. Solamente después de distinguir entre lleno y vacío, nuestros movimientos de giro serán ligeros, ágiles y sin esfuerzo. Si no somos capaces de hacer esta distinción, nuestros pasos serán pesados y rígidos. Nuestra postura será inestable y seremos desequilibrados fácilmente.

5. Hundir los hombros y doblar los codos. "Hundir los hombros" significa que pueden relajarse y colgar hacia abajo. Si los hombros no se relajan y cuelgan hacia abajo sino que están elevados, el chi sube con ellos y todo el cuerpo estará sin fuerza. "Doblar los codos" significa que los codos están relajados y cuelgan hacia abajo. Si lo codos se elevan, los hombros no pueden bajar. Entonces no seremos capaces de empujar a nuestro adversario muy lejos y estaremos cometiendo el error de bloquear la energía, como en los sistemas externos.

6. Usar la mente y no utilizar la fuerza. Esto se dice en El tratado del Tai Chi Chuan y significa que debemos confiar exclusivamente en la mente y no en la fuerza. Cuando se practica Tai Chi Chuan todo el cuerpo está relajado. Si podemos eliminar la más mínima torpeza capaz de crear bloqueos en los tendones, huesos y vasos sanguíneos, y limitar nuestra libertad de movimiento, entonces nuestros movimientos serán ágiles, ligeros, circulares y espontáneos. Algunos se preguntan como podemos ser fuertes sin emplear la fuerza. Los meridianos del cuerpo son como las vías fluviales de la tierra. Cuando estas vías están abiertas el agua fluye libremente; cuando los meridianos están abiertos el chi pasa a través de ellos. Si la rigidez bloquea los meridianos, el chi y la sangre se obstruirán y nuestros movimientos no serán ágiles. Entonces, si nos tiraran de un solo cabello, todo el cuerpo sería sacudido. Si, por otra parte, no utilizamos la fuerza sino la mente, dondequiera que vaya la mente, el chi la seguirá. De esta manera, si el chi fluye sin obstáculos, penetrando día tras día sin interrupción todos los pasadizos del cuerpo, entonces, después de una larga práctica, habremos logrado la verdadera energía interna. A esto es a lo que se hace referencia en el Tratado del Tai Chi Chuan, mediante la expresión: "Solo de la máxima suavidad viene la máxima dureza". Los brazos de los maestros de Tai Chi Chuan son como el acero recubierto de algodón y son muy pesados. Cuando aquellos que practican los sistemas externos utilizan la fuerza, se nota; pero, aunque ellos tengan fuerza, cuando no la aplican, son ligeros y flotan. Es obvio que su fuerza es una clase de energía externa y superficial. La fuerza de los practicantes de los sistemas externos es muy facil de manejar y no es digna de alabanza.

7. La unidad de lo superior y lo inferior en el cuerpo. La "unidad de lo superior y lo inferior en el cuerpo" es a lo que se refiere en El tratado del Tai Chi Chuan al decir: "La raiz está en los pies, se distribuye a través de las piernas, es controlada por la cintura y expresada en las manos". Desde los pies hasta las piernas y la cintura debe haber un circuito continuo de chi. Cuando las manos, la cintura y los pies se mueven, el espíritu (shen) de los ojos se mueve al unísono. Entonces, esto puede ser llamado "la unidad de lo superior y lo inferior del cuerpo". Si tan solo una parte no estuviera sincronizada, habría confusión.

8. La unidad de lo interno y lo externo. Lo que el Tai Chi Chuan entrena es el espíritu. Por lo tanto se dice: "el espíritu dirige y el cuerpo le sigue". Si levantamos el espíritu, entonces nuestros movimientos serán naturalmente ligeros y ágiles. Las posturas serán llenas y vacías, abiertas y cerradas. Lo que queremos decir por "abiertas" es que no están limitadas solamente a las manos y a los pies, sino que también debemos tener la idea de apertura en la mente. Asimismo, lo que queremos decir por "cerradas" es que no están limitadas solamente a las manos o a los pies, sino que también debemos tener en la mente la idea de cierre. Cuando lo interior y lo exterior están unificados como un mismo chi, no hay interrupción en parte alguna.

9. Continuidad sin interrupción. La fuerza de aquellos que practican los sistemas externos es extrínseca y torpe. Por lo tanto la veremos empezar y terminar, continuar y parar. La fuerza inicial se agota antes de que surja la nueva. En este nivel uno es fácilmente derrotado por otros. En el Tai Chi Chuan utilizamos la mente y no utilizamos la fuerza. Del comienzo al fin no hay interrupción. Todo es completo y continuo, circular e interminable. A esto es a lo que los clásicos del Tai Chi se refieren al decir: "como un gran río fluye sin fin", o "mover la energía como se devana un capullo de seda". Todo lo dicho expresa la idea de unidad como un solo chi.

10. Buscar la quietud dentro del movimiento. Los practicantes de los sistemas externos creen que la habilidad consiste en saltar y agacharse. Agotan su chi y después del ejercicio se quedan siempre sin aliento. El Tai Chi Cuan usa la quietud para oponerse al movimiento. Incluso cuando estamos en movimiento permanecemos tranquilos. Por lo tanto, al practicar las posturas, cuanto más lentas se realicen mejor. Cuando se va más despacio, la respiración se vuelve lenta y se alarga, el chi puede bajar al tan-tien y se evitan de manera natural los efectos perjudiciales del pulso acelerado. Los estudiantes que lo reflexionen cuidadosamente serán capaces de comprender el significado de todo esto.